Algunos de los recientes estudios de índole estadístico y sociológico que concluyen en sus resultados que los jóvenes españoles se alejan de la política o son ajenos a ella, me sugieren la siguiente reflexión sobre el caso.
Fue Aristóteles quien dejó escrito que “por naturaleza el hombre es un animal político”. Y lo es, porque todo en la vida tiene que ver con la política. Las leyes, el poder a cualquier escala, la paz y la guerra, el orden, la moral, los mercados, las tecnologías. La política es la vida civil y la pública. Guste o no, hagas política profesional o no, cada ser vivo está afectado por la política desde antes de nacer.
Las leyes derivadas de las decisiones políticas afectan a la propia vida como ser humano antes de nacer (aborto) a tu muerte (eutanasia), y durante todo el proceso de tu vida. ¿Por qué se manifiestan los universitarios británicos? Porque su Gobierno les ha subido las tasas de educación. ¿Porqué pueden fumar o no los ciudadanos, jóvenes o mayores, en unos lugares u otros, y según qué países? ¿Por qué la persona tiene más libertad en unos lugares u otros? Todo es política.
Si esta realidad humana es tan obvia, por qué se dice que los jóvenes se apartan o son ajenos a la política. Porque aumenta el rechazo al poder político. Que es otra forma política de reaccionar. Si más del 40% de los jóvenes están en paro y el gobierno y parlamento no adoptan medidas para resolver este problema, que es el caso de España, ¿cómo quieren los poderes políticos que los jóvenes, estudiantes o no, sientan afección por la política?
Las causas
Si se analiza en detalle los resultados de estas estadísticas y encuestas se observa que se asocia “desapego político” a la participación electoral. La última aportación sobre este debate (28-11-2010) ha sido publicada por el Diario de Noticias de Navarra, que publica una encuesta en la que entre otras cosas informa: “El 56% de los menores de 24 años no tiene pensado acudir a votar en las próximas elecciones, y el 73% de quienes descartan ir a las urnas, lo hace porque considera que la política no tiene ningún interés”.
Vemos así como participación política se identifica con “ir a votar” porque “consideran que la política no tiene ningún interés”, reduciendo por tanto la política al hecho electoral de votar o no, cuando la política es un ejercicio de cualquier manifestación humana en todo momento, seas o no político.
La política no es ‘ser político’ sino ‘ser humano’
La respuesta está en la democracia liberal
La respuesta a este estado de ánimo y de cosas está en la democracia liberal. En el último siglo hay un patrón incontestable. Cuanto el sistema democrático es más liberal mayor es la participación de los estudiantes y de los jóvenes, estén a favor o en contra del poder, y a la inversa, cuanto más intervencionista o totalitario sea el poder, mayor es el rechazo juvenil.
Uno de los casos paradigmáticos que ilustran este ejemplo lo viví hace años con los jóvenes del partido político húngaro Fidesz (Alianza de Jóvenes Demócratas). En su configuración para acceder al partido sus miembros no podían tener más de 35 años, porque se consideraba que la mayoría de los mayores de esa edad estaban contaminados por el régimen comunista que había caído con el muro de Berlín.
Cuando les conocí a Victor Orban y su equipo directivo del Fidesz en una reunión en la que coincidimos en Karlo Vivary (República Checa) confirmé la fuerza de la libertad y la democracia que emana del espíritu juvenil formado en valores. Desde entonces han pasado quince años y aquellos jóvenes no lo son tanto, han llegado al poder porque han gobernado Hungría en dos ocasiones, y hoy tienen la contestación de muchos de las nuevas generaciones. Esa es la libertad y la democracia.
En cualquier terreno de la participación ciudadana se hace política. Las redes sociales en Internet es una forma de participar en la política porque se crea opinión que influye en las decisiones políticas. Ser persona y ejercer de ciudadano, es hacer política, cualquiera que sea su manifestación.
Reflexión final: no hacer política es hacer política
Una reflexión final. Hacer de los estudiantes y de la juventud un segmento diferente, pertenece a una forma de pensar dualista y contraria a una sociedad global.
En una realidad global todo forma parte de todo, y todo afecta e influye en todo. El joven influye en los mayores y a la inversa. Dividir en grupos sociológicos a quienes forman parte de un todo humano con independencia de su edad, género, ideas y creencias, preferencias, territorio, y condición social, es retrotaerse a una forma de pensar y hacer anteriores a la nueva realidad global.
En la práctica no hacer política es otra forma de hacer política. Se sea estudiante o no, joven o mayor.
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