Artículo publicado por Antxón Sarasqueta el 9-10-2007 en el Diario Gaceta de los Negocios, tras la Ley de Memoria Histórica promovida por el presidente del Gobierno socialista , Jose Luis Rodriguez Zapatero, como otro paso de ruptura con la Transición democrática española para cambiar el régimen político constitucional.
¿Y como se cambia un régimen democrático en contra de la mayoría? Impidiendo que los ciudadanos (todos) tengan una alternativa real para cambiar el poder, voten o no a esa alternativa. Esa es toda la estrategia de la alianza radical de izquierda formada por socialistas, comunistas e independentistas para destruir al Partido Popular. Por eso resultó tan decisivo para los firmantes del Pacto del Tinell añadir un anexo, como hicieron, donde se comprometen a excluir al PP y a cambiar el marco legal constitucional, y por eso toda la estrategia del PSOE, sus aliados políticos y mediáticos, es una máquina de destrucción de la alternativa popular. Sin alternativa, la izquierda radical garantiza su hegemonía de poder para cambiar el régimen político por la vía de los hechos.
Hay dos aspectos que deben ser tenidos muy en cuenta a la hora de analizar el porvenir de España. El primero es que con Zapatero el socialismo español ha ido hacia atrás. En lugar de elegir la tercera vía de Blair, eligió la vía radical de Carod Rovira. El segundo hecho hace visible lo que cualquier teoría política enseña: la democracia no se defiende desde la debilidad sino desde la fortaleza. Una lección que deben de tener muy en cuenta tanto el centro-derecha como esas fuerzas sociales, intelectuales, y de la propia izquierda. El PP ganó las elecciones municipales del 27-M, y las últimas encuestas del fin de semana le sitúan con las mejores expetativas de toda la legislatura para ganar las próximas generales, porque frente a la ofensiva radical anti-PP, ha sabido defender con firmeza y entereza la democracia, la Constitución y la nación.
Zapatero con los comunistas
Pero creo que conviene profundizar en el primero de los aspectos, la involución de la izquierda. Fue un hombre del régimen de Franco quien lideró la Transición democrática y legalizó al Partido Comunista de España. Adolfo Suarez legalizó al PCE en contra del PSOE, que quería posponer su legalización. Treinta años después esa minoría comunista se aplica para expulsar del sistema al partido mayoritario y de gobierno del centro-derecha. Los comunistas giran sobre sí mismos. Siguen en su lógica radical y revolucionaria, como si no se hubiese desmoronado el imperio de la URSS, y cualquier demócrata debe ser consciente de ello.
Pero es el PSOE de Zapatero el que ha hecho el viaje a ese mundo radical del comunismo y el separatismo nacionalista. Que comparten el mismo proyecto no es una exageración es una evidencia: gobiernan juntos. En Cataluña, Baleares y Galicia. Zapatero ha gobernado toda la legislatura con estos socios.
¿Por qué Zapatero y el PSOE siguen gobernando con los radicales y secesionistas que persiguen, sin ocultarlo, un cambio de régimen político -fuera de la Constitución- y la ruptura de España? ¿Por qué siguen gobernando juntos, a pesar de sus implicaciones en la campaña de agresiones y ataques a la Monarquía y a las instituciones del Estado? La razón está en los hechos: solo gobiernan juntos quienes comparten poder y proyecto.
Los últimos episodios sobre lo que Zapatero vendió como el “proceso de paz” con ETA, demuestran hasta que punto el líder socialista y sus socios están dispuestos a utilizar el terrorismo en su objetivo de destruir al PP y cambiar el régimen constitucional. La vicepresindenta del Gobierno, De la Vega, llegó a acusar al lider del PP, Mariano Rajoy, de acudir a manifestaciones contra el terrorismo “cuando no hay terrorismo” (9-6-06). Y ha quedado escrita la acusación socialista al PP de ser “un obstáculo para la paz”. Pero se acercan las elecciones y resulta que para ganar votos o no perder más, nos descubren el Gobierno Zapatero, Garzón, y sus medios amigos, que Batasuna es ETA (que es por lo que fue ilegalizada esta organización en 2003).
Artículo de Antxón Sarasqueta publicado en el diario Gaceta de los Negocios el 9-10-2007