El impacto mundial contra las democracias occidentales
Los datos revelan como la pandemia del coronavirus ‘made in China’ es una guerra bacteriológica mundial que tiene como principal objetivo el deterioro de Occidente y sus principales potencias.
El 83% de los muertos por el coronavirus en todo el mundo lo han sido en los principales países occidentales. En concreto en ocho países europeos, más Estados Unidos y Canadá. La China comunista de donde salió este virus mortal, ha tenido el 2,99% de muertos. El balance de víctimas mortales de la otra potencia comunista, Rusia, es del 0%.
El 72% de la población mundial infectada por el virus chino se concentra en los diez países europeos y norteamericanos de referencia en este estudio.
Este balance al día de hoy (12-4-2020) reflejado en el informe “El impacto político global del Coronavirus”, demuestra que en esta guerra bacteriológica mundial la China comunista ha asestado un duro golpe a las principales democracias occidentales. Informe que detalla las consecuencias para los sistemas políticos, económicos y sociales de las democracias occidentales y en el equilibrio global de poderes.
[Los datos estadísticos de referencia son del Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (JHU), Worldometer, Our World in Data…]
España ocupa el 1er lugar de fallecimientos por el virus chino en todo el mundo
En este ranking de fallecimientos atribuidos al virus exportado por la China comunista, y en relación con el índice de población de cada país, España ocupa el primer lugar del mundo, con el 0,04% (sobre un total de 46 millones de habitantes).
Con 17.000 víctimas mortales España (0,04%) supera en porcentaje sobre el número de habitantes del país, a Italia (0,03%), a Francia y el Reino Unido (0,02%), a Estados Unidos (0.01%) y a Alemania (0%).
El 57% de las víctimas mortales de todo el mundo en 5 países europeos
Cinco países europeos concentran el 57% de las muertes mundiales de la guerra bacteriológica del coronavirus chino
Los datos demuestran que Europa, Estados Unidos y las democracias occidentales han sido las que más han sufrido las consecuencias de la guerra bacteriológica del coronavirus iniciada en China en Diciembre de 2019.
El conjunto de las cinco principales potencias europeas (Italia, Francia, España, Reino Unido y Alemania) han tenido 63.774 muertes, mientras que China ha tenido 3.339, y Rusia 130. Datos comparativos que indican el impacto desastroso que significa para Europa y sus propios sistemas políticos, tanto de la UE como para sus países individualmente.
Contra las libertades individuales y la democracia
Esta ha sido una operación perfecta para atacar con éxito el sistema democrático occidental y sus libertades individuales, como lo demuestra el hecho de que estas naciones hayan restringido por ley el libre movimiento de las personas y de su actividad comercial.
Lo que a su vez implica las consecuencias de pasar de una etapa del crecimiento económico a otra de la depresión, a un paro masivo, y sobre todo a un deterioro del propio sistema de libertades y destrucción de las clases medias, motor del progreso.
Todo esto conforma la magnitud del desastre. Nuevos millones de parados, cierre de cientos de miles de empresas, y una situación catatónica de los poderes. Llegando a situaciones de nuevas normas legales por las que ni siquiera los familiares más allegados pueden acompañar y enterrar a las víctimas, y en el caso de España hasta cerrando el Parlamento, lo último que puede hacer una democracia.
El desafío de España ante el nuevo panorama
La imagen de la verdad
El principal dilema al que se enfrenta España es si su actual gobierno de socialistas y comunistas, siguen o no por mucho tiempo. La gestión y medidas que han tomado en esta crisis ha sido un desastre, pero todas dirigidas a imponer un régimen de perfil totalitario, en el que los ciudadanos van perdiendo sus derechos y libertades. Todos sus movimientos están tutelados por el gobierno, mientras la sociedad se va empobreciendo a la velocidad del rayo. Por eso sus medidas han ido dirigidas a dañar a los millones de autónomos y pequeñas empresas, que representan lo mejor del tejido productivo y que ya no levantarán cabeza.
El objetivo del capitalismo y las sociedades libres es generar emprendedores y riqueza, el del socialismo y comunismo es arruinarlos y hacerles dependientes de la subvención y del Estado, gobernado por ellos. Eso es lo que están haciendo el gobierno presidido por Pedro Sánchez en coalición con el partido del leninista y vicepresidente del ejecutivo español, Pablo Iglesias.
La mentira se ha instalado en el Gobierno de España y es uno de sus principales poderes para engañar y someter a la población. La mentira es una de las armas básicas del marxismo. Ni los chinos dijeron la verdad cuando empezaron a expandir el coronavirus, es más, lo ocultaron durante un mes mientras se propagaba por el mundo, ni los españoles saben si han fallecido lo que dicen las cifras oficiales, o más.
Y ese es el desafío de España y sus ciudadanos: desalojar a este gobierno del poder y ajustarle las cuentas por sus responsabilidades, o mantenerlo. En lo que para la oposición tiene que ser una tarea apremiante y única.
Todo lo que no sea afrontar de plano esta realidad, es bla, bla, bla.
AS © 2020
Querido Antxón, Felices Pascuas! Nos presentó Jaime Mayor. Me gustaría seguir recibiendo tus artículos a otro correo, este lo daré de baja pronto, gracias por enviarlo. Un abrazo y cuídate mucho.