Lo peor que le puede suceder a una nación y a su sociedad es entrar en estado de inseguridad.
A las nueve de la mañana del viernes 16 de Noviembre de 2018, nos encontramos en un salón de Madrid un grupo de ponentes en un seminario organizado por la Fundación INCIPE (Instituto de Cuestiones Internacionales y de Política Exterior), para analizar y debatir con una cualificada audiencia asistente, sobre la información de la seguridad y la defensa en España. ¿Cual fue la conclusión de todo ello? La falta de compromiso e interés de la mayoría de los españoles por algo tan fundamental como es la seguridad nacional, y la necesidad de establecer una estrategia al respecto.
Tres décadas antes, en plena Transición democrática, lo que se debatía era el fortalecimiento de la seguridad de la defensa y política de España con su ingreso en la OTAN, y fui promotor de estos debates como director del Instituto de Cuestiones Internacionales (INCI), bajo la presidencia del ex-ministro y embajador, Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate.
En este contexto se produjo la entrada de España en la OTAN en 1982 que dio seguridad a España, a su nueva democracia y régimen constitucional. He relatado en mis artículos y libros sobre la Transición democrática como España entró en la Unión Europea porque antes ingresó en la OTAN, que fue condición previa, de todo lo cual se han beneficiado los españoles.
Quien hizo esto posible fue el presidente del gobierno de UCD, Leopoldo Calvo Sotelo, que además había sido ministro de relaciones con la Comunidad Económica Europea.
Cimientos que pusieron en marcha el proyecto de la España constitucional de los últimos cuarenta años, que han dado seguridad, prosperidad, confianza, y un proyecto de vida nacional.
La seguridad nacional es cosa de todos, no solo de los militares
Pero una nación y sociedad que no se compromete activamente con su seguridad y defensa militar está abocada a la inseguridad en todos los órdenes de su vida cotidiana. España y su crisis actual es un claro ejemplo en este sentido. Y así se puso de manifiesto en nuestra reunión y debate del seminario del INCIPE esta mañana de Noviembre en Madrid.

De izquierda a derecha el panel de conferenciantes en el INCIPE: Antxón Sarasqueta, Juan Diez Nicolás, Luis Solana, Francisco José Daboca, y Emilio Lamo de Espinosa
Fue el ex-presidente de Telefónica, Luis Solana, quién reiteró el estado de “frustración” al que se ha llegado en algo tan sensible como la defensa y seguridad nacional, que fue confirmado por los datos sociológicos como los que presentó el presidente del Real Instituto El Cano, Emilio Lamo de Espinosa (“Los españoles ven al Ejército como una ONG”, “La tendencia es reforzar el pacifismo”…), y del catedrático de la Universidad Complutense y ex-presidente del CIS, Juan Diez Nicolas, que expuso como en la comparativa de los indicadores mundiales “solo el 28% de los españoles están dispuestos a defender el país” en caso de ser atacado, lejos de los países líderes y de la media. Tendencia que además ha ido bajando pues en el último estudio del CIS (2015) sobre esta materia, solo el 17% de los encuestados aseguran que estarían dispuestos a defender su país en caso de que España se viese atacada.
El general Francisco José Dacoba y director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), lo dejó muy claro en su intervención “La seguridad nacional no es solo militar…trasciende al resto de la sociedad y al ciudadano de a pie”.
En este sentido, por mi parte, señalé que la sociedad española no asocia la seguridad y defensa de España y de sus aliados, a sus preocupaciones y valores de interés fundamental. Hay más confusión que claridad, y esto siempre desorienta a la opinión pública.
Si el contexto informativo está dominado en el debate nacional por los mensajes populistas, el buenísmo, el relativismo en valores y la desinformación, se pierde la guerra de la información ante la opinión pública. Que es lo que sucede ahora, momento en el que España vive un proceso orquestado de desestabilización interno y exterior.
A diferencia de otras naciones, España carece de un mensaje sobre la seguridad y defensa nacional que cale mayoritariamente en la sociedad y la opinión pública. Y cuando no se valora la seguridad nacional, lo que va calando es la inseguridad.
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