No aplicar el 155 sería un desastre para España

El rey Felipe VI dirigiéndose por televisión a la nación el 3-10-2017 frente al desafío secesionista de Cataluña

Si el gobierno español renunciase a aplicar el artículo 155 de la Constitución aprobado por el consejo de ministros, para asumir el control temporal del poder de la autonomía de Cataluña, sería un desastre para España, su prestigio y fortaleza, a nivel interior y exterior.

Esta vuelta a atrás introduciría a España y su sociedad en un proceso de coste histórico para su futuro. España y sus instituciones perderían toda credibilidad, y entraría en un estado de incertidumbre crónica y prolongada.

Este paso atrás revelaría que el gobierno español y los poderes de la nación bailan al son de los independentistas, y de un gobierno regional que ha sido declarado al margen de la ley y de la Constitución, por el propio gobierno y las instituciones del Estado, incluido el Tribunal Constitucional.

Situaría al propio rey de España y jefe del Estado, Felipe VI, en una mala posición, porque en sus discursos televisados ha pedido una clara reacción de los poderes del Estado frente al secesionismo catalán.

Los enemigos aumentan su fuerza
por las concesiones que se les hace

Hay que tener claro que cuando el gobierno de España aplica el artículo 155 de su Constitución, y lo somete a su aprobación a la mayoría del Senado como ha ocurrido, ha puesto en marcha su principal mecanismo legal para enfrentarse a quienes quieren romper la nación y subvertir su orden constitucional y democrático.

Pero ha hecho algo más: ha identificado en un relato pormenorizado -legal, político y social- a los enemigos internos de España, su Constitución y democracia. De lo cual además se jactan los independentistas y todos los movimientos asociados.

Y en política los enemigos no se convierten en amigos por las concesiones que se les hace, sino que siguen siendo mayores enemigos por la fuerza que les has concedido.

La libertad y la democracia se defienden sin miramientos

Llegados a este punto da igual lo que digan los secesionistas y las artimañas que utilicen, y si un grupo parlamentario de la oposición -como el socialista- le apoya más o menos por razones tácticas y electorales en la aplicación del artículo 155 y todas las medidas que esto conlleva para controlar la autonomía catalana y desalojar del poder regional a todos los poderes insumisos que actúan impúdicamente contra los valores, reglas y leyes de la Constitución.

Se trata de una cuestión de higiene democrática, defensa de las libertades, y de supervivencia para la actual España constitucional.

La libertad y la democracia se defienden sin miramientos y con todo el peso de la ley. No hay transacciones que valgan.

AS © 2017

Comments

  1. Una vez más, estoy totalmente de acuerdo con lo que publicas. Como decías… ” cuando un Estado no impone su autoridad, la pierde.”

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: