Impacto de la medida del Gobierno español contra la rebelión secesionista de Cataluña
La primera lección del poder es hacer prevalecer el poder, y España, su gobierno e instituciones han hecho prevalecer el poder democrático de la nación frente al totalitarismo secesionista de la autonomía de Cataluña. Implantando el artículo 155 de su Constitución.
Lo que le ha permitido al gobierno de la nación asumir el control de una región como la catalana que se rebela contra el Estado, contando con el apoyo de las principales fuerzas políticas que en el Congreso representan más del 70% y en el Senado más del 80%. Eso es lo que ha hecho el gobierno de España.
Este es el dato fundamental para entender lo que representa la aplicación de este artículo constitucional respecto al futuro de España, y su fortaleza o debilidad en términos de futuro.
España se ha hecho valer como nación democrática. Ha plantado cara al secesionismo independentista y sus fuerzas populistas y de extrema izquierda, conjuradas en un plan para romper España, su democracia constitucional, y abrir un eje-motor de ruptura del Estado-nación en lo que se basa la Unión Europea y su propia constitución.
De hecho, España ha hecho valer la Constitución de la Unión Europea en la que se establece literalmente el respeto que “las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y salvaguardar la seguridad nacional” (artículo 1-5). ¿Alguien puede decir que la proclamación de una autonomía como la catalana declarándose Estado independiente no rompe la integridad territorial de España y atenta a la unidad de la nación que figura en la propia constitución española?
España tiene que caminar con pié firme
Las naciones importantes como España, no pueden dejarse doblegar por los dimes y diretes coyunturales de la opinión pública, ni por las trampas de sus poderosos enemigos internacionales de todo tipo, políticos, financieros, o de los movimientos anti-sistema. Ni por quienes siguen enarbolando el mensaje anti-franquista, tratando de arruinar el proceso más importante de la historia de España, reconocido en todo el mundo, que es el de la Transición democrática iniciada en 1977 y consumada con la Constitución de 1978.
España tiene que caminar con pié firme y demostrar a todo el mundo, nacional e internacional, que la aplicación del artículo 155 de su Constitución por el que el gobierno de la nación asume los poderes autonómicos de una de sus regiones sublevadas, va muy en serio. Les hace frente con determinación.
Un proceso -el de Cataluña- que durará muchos meses e incluso años, y sin duda críticos y con altos costes, pero es ante estas situaciones difíciles, en las que se demuestra lo que vale una nación.
El futuro de España depende de su fortaleza frente a sus enemigos
España ganó en fortaleza política superando el golpe de Estado militar del 23 de Febrero de 1981, y la ganará superando este otro golpe de Estado como el que han venido protagonizando la rebelión independentista catalana. Pero tiene que hacerlo valer en toda su dimensión, política, social, en la batalla de la información y en todos los campos en los que hoy se juega el ser o no ser de una nación.
Pensemos en el caso contrario, que España y sus poderes del Estado, o la propia sociedad con sus reacciones. no se hubiesen enfrentado al secesionismo catalán. Hubiese sido dramático.
Lo que hace el futuro de una nación democrática, mejor o pero, es su fortaleza, y el futuro de España y de su sociedad dependerá de su fortaleza frente a sus enemigos.
Que duda cabe que estos acontecimientos han cambiado el futuro de España, que solo será para mejor si prevalece la fortaleza de la nación.
AS © 2017
Una vez más tu sensatez se plasma en tus textos