
El nuevo terminator que puede ser utilizado por los terroristas como arma letal denunciado por los propios empresarios de Inteligencia Artificial ante la ONU
Desde hace tiempo los laboratorios e inteligencia que planifican la estrategia y acciones del terrorismo islámico organizado bajo las siglas de Daesh, vienen elaborando un nuevo escenario a mayor nivel que sus últimas acciones en las capitales europeas. Los últimos atentados cometidos en España, Reino Unido, Francia o Alemania, habrán sido una broma macabra en comparación con lo que representa la nueva amenaza a nivel mundial.
El uso de armas químicas, robots tipo terminator que disparan indiscriminadamente, y otros sofisticados sistemas de ataque contra la población, ya forman parte del nuevo escenario de la amenaza terrorista de la yihad islámica contra Occidente.
El terminator terrorista
La imagen del terminator llevada al cine como robot capaz de aniquilar a los humanos, ya no es una ficción, sino una realidad del desarrollo tecnológico de la inteligencia artificial, que ha hecho que más de un centenar de empresarios, científicos y expertos en este campo de todo el mundo, incluidos varios españoles de empresas dedicadas a la robótica, hayan dirigido una carta a la ONU y su grupo que estudia la amenaza de los sistemas de armas autónomas letales, conocido como ‘Group of Governmental Experts (GGE) on Lethal Autonomous Weapon Systems’.
No se refieren solo a la amenaza terrorista que el descontrol de este tipo de armamento robotizados pueda suponer, en cualquiera de sus usos, pero especifican de manera clara que es una nueva amenaza terrorista: “Estas pueden ser armas de terror, armas que los terroristas pueden utilizar contra la población inocente” (These can be weapons of terror, weapons that despots and terrorists use against innocent populations).
Atentados con bombas químicas y nucleares

La imagen de primera página más reproducida en el mundo del atentado islámico en Barcelona, firmada por David Armengou (Agencia EFE) ilustra la escena del terror y muerte
Pero en esta escalada del terrorismo islamista los servicios policiales y de inteligencia han encontrado otra amenaza inminente: el uso de las armas químicas. Algo que sin ser nuevo, los terroristas islámicos lo han reactivado. Y así ha sido como este mes de Agosto los servicios de seguridad indonesios han detenido a una célula terrorista que preparaba un ataque con bombas químicas antes de ejecutarlo (“Chemical-Bomb Plot Inspired by Islamic State: Indonesian Police Five arrest”, The Wall Street Journal, 16-8-2017 ). El uso de armamento nuclear por parte de los terroristas, es asimismo objeto de seguimiento a los más altos niveles de seguridad.
Lo que revelan todas estas informaciones son tres aspectos cruciales para la seguridad: la preparación de un nuevo escenario de guerra, la sofisticación del armamento a utilizar, y el ‘factor crítico’ de su estrategia.
La vulnerabilidad como factor crítico
Medir la información permite detectar el factor crítico que hace que los procesos vayan en una u otra dirección, y los terroristas han encontrado ese punto en la vulnerabilidad occidental. Son estados y sociedades permisivos que facilitan la movilidad, penetración y expansión del radicalismo islámico. Son sociedades que sufren una crisis de valores, están dominadas por el buenísmo, y eso les hace más vulnerables psicológicamente, moralmente y políticamente. La fragmentación de sus sistemas de seguridad e información es otro elemento de esa vulnerabilidad que los terroristas utilizan a su favor. El propio avance de los radicalismos y populismos contribuye a generar un contexto de mayores tensiones y divisiones.
Solo hay una forma de cambiar el proceso en el que estamos en curso, y es hacer de la fortaleza el factor crítico de la guerra contra el terrorismo. En todos los ordenes, no solo en términos de la seguridad policial.
AS © 2017
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