La histórica declaración de Indalecio Prieto “soy socialista a fuer de liberal’ ha sido sustituida por el mensaje “soy socialista a fuer de radical”.
¿Por qué la socialdemocracia europea está en caída libre? Porque se ha hecho radical, ha pactado con los anti-sistema, y ha asumido como propia la ideología del odio. Los principales partidos socialistas europeos han entrado en una crisis que les relega a una posición secundaria, tras haber gobernado durante años las naciones europeas.
La vuelta al liderazgo del PSOE de Pedro Sánchez, apoyado por la mayoría de los militantes en las elecciones internas del partido, no es más que otro episodio de ese proceso.
En Francia los socialistas han preferido para las elecciones presidenciales un candidato crítico contra la línea moderada que representaba Manuel Valls, y de haber gobernado el país pasaron a ser la quinta fuerza en esos comicios. En el Reino Unido los laboristas han elegido al candidato más radical, Jeremy Corbyn, para las elecciones generales del próximo 8 de Junio, y las encuestas le auguran una sonora derrota frente a los conservadores. En Grecia los socialistas del PASOK han pasado de ser un partido de gobierno a tener catorce diputados, favoreciendo la llegada al poder de la izquierda radical de Syriza, los socios de Podemos.
Origen y evolución del proceso
La historia de este proceso tiene su origen en un cambio doctrinal y estratégico en los años noventa de la propia Internacional Socialista, paradigma de la socialdemocracia. En la cumbre de la Internacional Socialista (IS) celebrada en Mombai entre los días 16 y 21 de Enero de 2004, esta organización hacía público un comunicado anunciando su compromiso alcanzado con el Foro Social Mundial para “avanzar y profundizar” en sus relaciones entre la IS y los anti-sistema.
Algo que por otra parte en la práctica ya venían haciendo los socialistas desde años antes. En las manifestaciones antisistema y anti-globalización del año 2002 en Barcelona y Sevilla durante la presidencia española de la Unión Europa del Gobierno Aznar, participaron destacados dirigentes socialistas y comunistas. Los que luego forjaron alianzas radicales de gobierno. Como el formado en Cataluña con el socialista Pascual Maragall al frente.
Fueron los que firmaron ‘El Pacto del Tinell’ -socialistas, comunistas e independentistas- que conviene ser leído porque decretan conjurarse para expulsar de las instituciones al principal partido del centro derecha, algo desconocido en un sistema democrático -por antidemocrático. Un pacto representativo de lo que supone la ideología del odio y el totalitarismo que encierra. Ver texto del Pacto del Tinell, 14/12/2003
Echar al PP del poder y de las instituciones y dialogar con los terroristas, ha formado parte de este proceso del socialismo hacia el radicalismo.
La alianza radical como alternativa de gobierno
Los socialistas a su vez asumieron la doctrina del diálogo y pacto con los terroristas (se negocia para pactar). Cuando Zapatero llevó al Parlamento Europeo para ser aprobado el diálogo con los terroristas de ETA, fue defendido por el presidente del mismo, el socialista alemán Martin Schulz, argumentando que “el único camino que tenemos para poner fin a la espiral de la violencia -terrorista- es el diálogo” (25-10-06). Admitió así que los socialistas habían renunciado a la fuerza del Estado de derecho para derrotar al totalitarismo terrorista al confesar que era el diálogo con los terroristas “el único camino”.
En este proceso hacia el radicalismo, el perfil socialdemócrata de los partidos socialistas se ha desfigurado, y esto introduce una mayor inestabilidad en el mapa político. Antes en España los socialistas habían reducido al comunismo a la mínima expresión y gobernaban. Ahora compiten con los comunistas de Podemos para no perder su segunda posición, y su única alternativa de gobierno es una alianza radical con ellos. Dependen de Podemos y de otras fuerzas radicales.
AS ® 2017
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