Una nación respetada

EE.UU. consigue el apoyo de la OTAN, UE, Japón, Israel y de países árabes

La actualidad está llena de casos cotidianos en todo el mundo en los que en nombre del orgullo nacionalista vulneran las leyes, justifican y practican el terrorismo, y cometen actos barbáricos. Los mismos que a su vez cuestionan la legitimidad de las naciones democráticas para defender lo que representan, incluidas su integridad, la libertad y los derechos humanos.

Dos ejemplos prácticos de esta actualidad son los casos de España frente al enemigo interior, y el de Estados Unidos frente a su enemigo exterior.

España frente al enemigo interior

En nombre del orgullo nacional los independentistas catalanes quieren una nación catalana al margen de la ley y la Constitución española. Por tanto carecen de legitimidad para su proyecto, pero la cuestión es que España se haga respetar como nación, aplicando todos los recursos de la fuerza de sus leyes. Y para que una nación sea respetada, la aplicación de la ley exige firmeza en su ejecución.

Los terroristas de ETA y sus grupos legalizados quieren legitimar su barbarie histórica en nombre de una Euskadi independiente, que está contra la la integridad de España, sus leyes, la Constitución y los derechos humanos, tras haber asesinado a cerca de un millar de personas, miles de heridos y destrozado a millares de familias. Toda concesión como el diálogo, pacto, relajación de las leyes, o concesiones penitenciarias de las autoridades de la nación con los terroristas, debilita a la nación y la hace menos respetada por todos. Especialmente por los que quieren a la nación.

Estados Unidos frente al enemigo exterior

Otra masacre del régimen sirio apoyado por Rusia

A nivel internacional ¿Estados Unidos es hoy más o menos respetada tras su ataque con misiles a Siria tras la barbariedel gobierno de Bashar Al Assad utilizando armas químicas contra su población?

Los apoyos recibidos por el Gobierno Trump de las democracias de la OTAN, la UE, Israel, Japón, y de países árabes, indican que hoy es más respetada que ayer en el mundo. No solo por sus aliados, también por sus enemigos.

Eso es lo que da legitimidad y respeto a una nación democrática. No es lo mismo, por ejemplo, el uso de la fuerza de una nación democrática, que el de una dictadura. No solo respecto a otras naciones, sino a sus propios ciudadanos. En Siria, Irán o Venezuela sus gobiernos utilizan su fuerza y la barbarie contra sus propios ciudadanos, en Estados Unidos son los jueces los que prohiben a su presidente adoptar medidas que contravienen la ley, como hemos comprobado en el caso de Trump y sus ordenes para impedir la entrada al país de ciudadanos de algunos países árabes.

Una nación democrática respetada refuerza la libertad, su legitimidad, y sus leyes, y la que no es respetada cae en la desobediencia interna y en la desconsideración y pérdida de influencia externa. Es decir, no se le respeta ni a nivel interno ni externo.

AS© 2017

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