El rearme democrático

rearmeEspaña se está dejando engullir por el populismo totalitario de la izquierda radical y el separatismo nacionalista.

La deriva populista que arrastra a la política española revela la necesidad de un rearme de las fuerzas democráticas. De forma urgente, organizada y efectiva, porque de lo contrario asistiremos en muy poco tiempo a un proceso irreversible.

El ‘asalto final’ para derribar el régimen constitucional ha sido diseñado por las fuerzas radicales y populistas para los próximos meses, tras la conquista de un mayor poder en las elecciones municipales, autonómicas y nacionales.

El éxito del populismo no está en su fuerza sino en la debilidad de la democracia. España es un ejemplo más de esa lógica. La amenaza populista existe porque las fuerzas democráticas no lo han impedido, a pesar de tener el poder.

El populismo ha fagocitado a la izquierda y el nacionalismo

La dinámica populista ha arrastrado a los socialistas, nacionalistas, y a los propios comunistas, a las posiciones más radicales.

Las figuras de la socialdemocracia, del llamado ‘nacionalismo moderado’ o del comunismo que participó en el desarrollo de la Constitución, han desaparecido. Han sido fagocitadas por el populismo, que hoy es la fuerza motora de la política española y que tiene en el nuevo partido Podemos su expresión más genuina.

El populismo es una forma de totalitarismo que tiene como objetivo la destrucción de la democracia liberal. En España la confluencia de fuerzas del nacionalismo separatista y de la izquierda radical de ideología marxista han creado una dinámica populista que supone el mayor desafío totalitario desde que se recuperó la democracia en 1977.

Las dos democracias mas antiguas y sólidas del planeta, la británica y la estadounidense, lo son porque el rearme democrático es la energía del propio sistema que lo regenera y fortalece permanentemente. Cada segundo del día.

Desde las instituciones públicas a las empresas privadas dedican grandes recursos económicos, intelectuales y científicos a la defensa de su sistema de libertades. Por ejemplo, es normal ver que las empresas patrocinan series televisivas que educan en la justicia y defienden la ley y el orden, denuncian la corrupción, y promueven los principios y valores de la libertad y la democracia.

Ejercer la fuerza y el poder de la democracia

La democracia es ideología, poder y fuerza, y si no se ejercen con plenitud termina siendo destruida por sus enemigos. La historia nos alecciona y previene sobre las dramáticas consecuencias a que conduce la destrucción de la democracia.

El rearme democrático forma parte de la organización más básica y fundamental en una democracia liberal que hace que desde las personas individuales a todo tipo de asociaciones, empresas, universidades, instituciones y poderes públicos, hagan de la defensa del sistema un alimento vital, intelectual, cultural e ideológico. Algo a defender no solo con uñas y dientes, sino con razón, inteligencia y sabiduría.

Ese es el plus que le ha faltado a la nueva democracia española y por eso ahora se enfrenta una situación en la que desde los propios poderes del Estado, como es el caso del gobierno autonómico catalán, promueven activamente la ruptura del régimen constitucional y de España.

Dominar el centro del debate

El rearme democrático organizado implica entre otras cosas poner en primera fila a quienes son capaces de hacer de la democracia liberal y sus valores el discurso dominante de cada día.

Uno de los factores que más erosiona la democracia es que el centro del debate esté dominado por el populismo, la intrascendencia y el confusionismo, que es el mundo de la oscuridad psicológica, vital e intelectual más querido por las fuerzas totalitarias. Tienen ideólogos marxistas que han desarrollado teorías y modelos científicos con manuales metodológicos para subvertir el orden democrático desde dentro del sistema a través del enmascaramiento, apariencia, confusión y mentira. Porque para ellos el fin justifica los medios y saben que una psique social dominada por el populismo es letal para la democracia.

AS © 2014

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