¿Puede la tecnología ayudarnos a descubrir cuando mienten los políticos?, era el titular de un artículo publicado en la web de la revista inglesa The Engineer. La respuesta es que ese sistema ya existe y más adelante contaré como funciona y con qué resultados.
Lo interesante en este debate, que se está planteando en todo el mundo, es lo que encierra en términos tecnológicos, filosóficos, morales y sociales.
“Necesitamos sistemas de inteligencia artificial para chequear cuando ellos (los políticos) están diciendo la verdad”, decía el articulista Stephen Harris (22/2/2013).
Pero el dato más relevante de este debate es que se asocia la mentira del político a la desafección que está creciendo en la sociedad contra la clase política.
En términos políticos y sociales, estos cambios son un desafío para la democracia, que es la parte central del debate. Al crecer exponencialmente y cualitativamente el poder de la información de las personas, tanto en recursos tecnológicos como intelectuales, ha aumentado su capacidad de verificar las promesas, discursos y hechos políticos, y el principal resultado ha sido su pérdida de credibilidad y el aumento de la desafección hacia la clase política. Ha crecido el sentido crítico sobre la política y los poderes públicos a nivel personal y global.
La mentira política destruye la credibilidad del sistema
El caso español es muy ilustrativo porque en los diez últimos años que los poderes políticos más han vendido el mensaje de transparencia, la preocupación de los españoles por la corrupción en este periodo ha subido 41 puntos y la consideración de los políticos como problema se ha multiplicado por tres, pasando del 8% (noviembre de 2004) al 26% (Marzo de 2014), según el propio organismo de la presidencia del gobierno (CIS).
Respecto al sistema científico y tecnológico para saber si un político, medio de comunicación o cualquier persona miente, puedo decir que desde hace dos décadas lo hemos desarrollado y lo venimos aplicando en mi empresa consultora especializada precisamente en medir los mensajes de información y su impacto.
Desde 1992 empezamos a investigar y desarrollar este sistema y por eso sé que no es solo una cuestión tecnológica, sino que además de las herramientas informáticas diseñadas para ello, se necesita disponer del conocimiento y capacidad analítica del propio sistema de información. Inteligencias preparadas en el saber de la información como sistema. La mentira es solo una de las fuentes de la desinformación.
La mentira como instrumento al servicio de la verdad del poder
Dos consideraciones más sobre la mentira política. Una, que lo decisivo no es solo saber cuando los políticos mienten, sino también cuando la mayoría de la población compra la mentira apoyándola con sus votos y actitudes. La otra consideración es que en el lenguaje del poder político la mentira solo es un instrumento más al servicio de su verdad. Recomiendo el libro ‘El discurso de la mentira’, publicado en 1988. Una obra dirigida por Carlos Castilla del Pino y en la que participan conocidos académicos especializados en este campo.
Cuento en mi último libro (Somos información) como durante una conversación informal con el premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, en Varsovia, me insistió en la amenaza de la desinformación para el mundo libre, y en la trascendencia de decir la verdad sin manipular: “Es el mensaje más poderoso para la libertad de las personas y de las naciones”, añadió.
Por eso no me parece una cuestión menor que el mundo tecnológico se sume de manera abierta, valiente e inteligente al principal debate de lo que significa la mentira política para el sistema democrático y los ciudadanos.
AS © 2014
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