La corrupción hace que todo se ‘escaralle’

Imagen de Antxón SarasquetaLa cifra publicada por el CIS es la siguiente: en diciembre de 2004 solo el 0,7% de los españoles consideraba “la corrupción y el fraude” como problema nacional, hoy es el 37,6%. Es el principal problema después del paro, aunque ambos están relacionados. Ver resultados 2004 y 2013.

Un país con un sistema político y económico corrupto está condenado a empeorar en todos los órdenes, sin excepción. En su primer párrafo el reciente informe de la Comisión de la UE, que ha alertado sobre el alto grado de corrupción política, señala sus consecuencias:

  • Socava la democracia, impide el desarrollo económico, daña la justicia social y el imperio de la ley, desaparece el buen gobierno, la buena gestión del dinero público, y la competitividad. Deterioran la confianza de los ciudadanos en el propio sistema”. Ver informe anti-corrupción de la Comisión de la UE.

¿Por qué un país como España ha caído en un estado de crisis de esta magnitud, con el 26% de paro y una crisis institucional que tiene la ruptura del Estado-nación como amenaza permanente? Por el proceso de corrupción que ha desarrollado su sistema político.

Según el propio informe de la UE, España está entre los países cuya percepción de ciudadanos y empresarios sobre la corrupción de su sistema supera el 95%. Junto a Grecia, Italia, Portugal y otros.

Aunque todo esto ya se sabe, porque el eurobarómetro ha ido anticipando estos resultados, está muy bien recordarlo y poner de evidencia sus causas y resultados.

La corrupción es un sistema en el que todos pierden

articulogacetaEl informe de la UE destaca el hecho de que se ha llegado a este punto porque no se han adoptado las medidas necesarias para impedirlo. Pero esto es lo que ocurre inexorablemente cuando el sistema se hace corrupto en sí mismo. ¿Cómo van a luchar contra la corrupción los que se benefician de su sistema de forma directa o indirecta?

Luego, todos somos igualmente víctimas del propio sistema, pero luego. Unos terminan en la cárcel, otros tienen que vivir en los juzgados la mayor parte del tiempo, y los más, poderosos o no, tienen que sufrir las causas y consecuencias de un sistema que no funciona. Ni en lo público ni en lo privado. Se deterioran los servicios hospitalarios, universitarios, administrativos, policiales y de seguridad, judiciales, etc.

Por definición un sistema corrupto es incompetente, y he visto sufrir -y lo sigo haciendo- estas consecuencias a los más poderosos y mas humildes. Tarde o temprano, nadie se salva. La corrupción es un sistema en el que todos pierden

Un sistema corrupto impide la regeneración

La diferencia entre una democracia liberal auténtica y la que no lo es, es que aunque en ambas haya corrupción en la primera su sistema tiene capacidad de regeneración. Hay corruptos pero no corrompen el sistema, y el que la hace la paga. Mientras que un sistema corrupto no tiene ninguna capacidad de regeneración.

No tengo más remedio que citar el artículo que publiqué en La Gaceta de los Negocios en diciembre de 2008 titulado ‘La corrupción del sistema” en el que entre otras cosas señalaba que “en España la corrupción se ha convertido en ley”, y como “la corrupción deslegitima la democracia”. Leer artículo

La corrupción hace que lo que más vale, la libertad, ética, mérito, excelencia, independencia, crítica, capacidad competitiva…dejen de valer. ¿Para que se necesitan estos valores si para sobrevivir dependes del nepotismo, el soborno, la adulación y el partidismo? Y cuando los principales valores dejan de valer, todo se desvaloriza.

Esa es la razón fundamental por la que España ha perdido en esta última década trece puestos en la competitividad mundial (ver artículo) y el propio país se está ‘escarallando’, por utilizar un término galaico muy expresivo cuando algo se estropea.

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