Saber recordar

Imagen de Antxón SarasquetaAcaba de anunciarse un nuevo hallazgo neurocientífico sobre el funcionamiento cerebral de la memoria, tema al que dedico un capítulo en mi nuevo libro, Somos información, que se publicará a primeros de 2012.

Neurocientíficos identifican un gen master que controla y regula la memoria”, informa el MIT de Boston sobre el trabajo de uno de sus equipos que publica la revista Science en su edición del 23 de diciembre. (ver artículo)

En mi libro desvelo la estructura del sistema intangible de información por la que existe y funciona todo, y la memoria es una de las propiedades del sistema. Toda información contiene en sí misma memoria. La información es un intangible de naturaleza memorística. Otra cosa es su materialización física mediante el almacenamiento de datos, textos, o imágenes, y la gestión de todo ello a través de estructuras inteligentes, sean de los organismos vivos o artificiales. Un ordenador tienen una capacidad de memoria que se va llenando a medida que se introducen contenidos.

Eso significa que la memoria como tal no es una función física ni psíquica, y por tanto no existen órganos que puedan controlarla. ¿Por qué entonces se venden fármacos para mejorar la memoria, o la ciencia habla, como en este caso, de genes que tienen capacidades superiores para controlar la memoria?

No es lo mismo memoria que recuerdo

Imagen que se pregunta sobre la memoria o el recuerdoPorque memoria y recuerdo se identifican como lo mismo, y sin embargo son diferentes. La memoria no es producto del conocimiento, el recuerdo si lo es. No puedes recordar nada que no conozcas. Todas las especies tienen capacidades diferentes de recuerdo. La hormiga o el perro recuerdan un número limitado de señales para reaccionar en sus acciones, mientras que el ser humano tiene una capacidad superior.

El recuerdo es un proceso de comunicación. Asociamos distintas informaciones correspondientes a situaciones, ideas, eventos, nombres, conceptos, estudios, o periodos, que nos proporciona recuerdos, que a su vez determina nuestras reacciones y pensamiento. Incluso llegamos a recordar lo que no es realidad porque transformamos la imaginación en hechos reales. Algo que se conoce como “recuerdo imaginario”. Llegamos a estar convencidos de creer en una realidad que confundimos con la ficción, algo frecuente en los adictos o aficionados a las series televisivas.

De la capacidad para recordar depende nuestro análisis y toma de decisiones, y por tanto que nuestros pasos se conviertan en acierto o error. Saber recordar es una forma de educar el pensamiento y la inteligencia. Por ejemplo, la sociedad de la información es de naturaleza iconográfica. Se mueve por símbolos y mapas mentales. Es decir, por la capacidad de sintetizar grandes masas de información de naturaleza muy compleja y en situaciones diferentes que pasan a gran velocidad por nuestras vidas.

Las personas no perdemos la memoria sino capacidad de recordar, como perdemos otras capacidades a medida que nos hacemos viejos, o sufrimos problemas de salud. Por eso es tan importante saber como funciona nuestro sistema de información, y aprender desde niños a saber recordar, que forma parte de educarnos en información.

Saber recordar es saber valorar, porque no recordamos en vano” A.S.

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