La turba

Cuando la turba domina las calles y asalta las instituciones, como está sucediendo hoy en España, y en otras democracias europeas, como en Grecia, es porque hay en marcha un proceso revolucionario de corte antidemocrático y totalitario.

El éxito o fracaso de estos procesos siempre dependen de la fortaleza y capacidad de reacción que tiene una nación para imponer la ley y el orden.

El diccionario de la Real Academia Española define turba como “muchedumbre de gente confusa y desordenada. Esa es la imagen viva que ha calado en la retina de los españoles al ver como la turba asalta a los políticos, las instituciones, y se hace con calles y plazas ante la pasividad del gobierno socialista y las fuerzas de seguridad, desde hace más de un mes.

En términos menos académicos y más específicos del leninismo, se utiliza la turba para destruir el sistema democrático. El responsable de Interior del gobierno autonómico de Cataluña, el nacionalista Felip Puig, lo dijo hoy avalado por las informaciones que obran en su poder: “Son profesionales que intentan romper el sistema democrático”.

Al mismo tiempo que los terroristas de ETA consiguen gobernar instituciones tras legalizar electoralmente el Tribunal Constitucional a sus testaferros, tal y como sentenció el Tribunal Supremo.

Para entender el calado de un proceso de estas características hay que situarlo en un contexto histórico que abarca desde 2002, después de que José Luís Rodriguez Zapatero asumiera el liderazgo del PSOE y abriese un proceso de ruptura con el sistema constitucional de la Transición, que ha tenido tres hitos: la radicalización de toda la izquierda en la oposición con movilizaciones callejeras para deslegitimar al gobierno de centro-derecha, que culminó con el asalto a más de un centenar de sedes del PP el 13 de Marzo de 2004, la víspera de las elecciones generales y utilizando el atentado terrorista de dos días antes con 200 muertos y dos mil heridos (11-M); y una vez en el poder el cambio del modelo de Estado (nuevo estatuto de Cataluña), negociaciones con ETA para pactar con los terroristas, y la exclusión del sistema del PP y lo que representa (Pacto del Tinell).

Un desarrollo ejecutado desde la izquierda y los nacionalistas con un proceso de ingeniería social para consolidar un modelo de sociedad tutelada. Contrario al sistema de libertades, por mucho que se haga en nombre de la libertad. Es el modelo que los teóricos marxistas de los años ochenta llamaron “democracia radical”, que es una forma de subvertir el orden democrático en nombre de la democracia. (ver artículo La democracia radical en vivo).

Todo ello en su conjunto constituye el perfecto modelo de crisis para descomponer el sistema de democracia liberal, que es la única democracia auténtica. Un proceso de involución democrática en el que se subvierte el orden de valores, y que durante esta década he analizado en mis artículos publicados (Descargar artículo del 22 de Junio de 2004 publicado en La Gaceta de los Negocios).

Es la lógica de la involución. La involución democrática lleva a la turba, a la deslegitimización de las instituciones representativas, al desorden social, y a la crisis de la nación en todos sus órdenes. Pensar que los problemas de España solo se resuelven con medidas económicas, es no entender nada, o justificar la cobardía haciendo prioritario los efectos y no las causas.

Hacer de lo fundamental lo accesorio no resuelve nada y lo agrava todo.

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