El futuro ya ha cambiado

antxon2010Uno de los conceptos que más se ha extendido en los últimos tiempos es el de la descodificación. “Descodificar los medios de comunicación”, se titula una de las secciones del New York Times. “Los científicos descifran el genoma de fósiles con 3.000 millones de años”, destaca el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston en las noticias de su web. Las páginas web son información codificada.

Codificar y descodificar es un proceso de información, y la razón para que se propague este concepto está en el salto producido por las tecnologías de la información. Todo es información y toda información, por su propia naturaleza, está codificada.

Pero este hecho no es más que un botón de muestra de lo que son los fundamentos del cambio de este siglo. En coyunturas de cambio de año y década como ha supuesto la entrada en el 2011 se hacen balances y predicciones, y por lo que he observado en esta ocasión han estado dominados por la idea del cambio que nos depara el futuro en todos los aspectos de la vida. Pero el futuro ya ha cambiado en dos aspectos: la dimensión y la potencia, que son dos fundamentos que modifican el todo que hasta ahora había conocido el hombre.

imagen de guantes que hacen de interfaz con el ordenadorComentando su película Minority Report, le oí decir el otro día en una televisión a Steven Spielberg que el mayor poder del hombre es poder tener la información de lo que va a pasar cinco minutos más tarde. Bueno, un estudiante del citado MIT acaba de crear un prototipo de hardware con el que el usuario puede modificar los contenidos de la pantalla a través de una sencilla webcam y portando unos guantes de lycra que hacen de interfaz (ver imagen adjunta) al estilo de como lo hacía Tom Cruise en el citado film.

Una nueva intensidad

Un rasgo con el que es fácil medir la nueva potencia del cambio, es la intensidad que domina la vida cotidiana.

Diariamente se pueden contabilizar en todo el mundo más de diez descubrimientos, y un centenar de innovaciones que cambian todos la vida en nuestro planeta

Yo lo suelo contabilizar. La penúltima: “Un grupo de científicos de Georgia (Atlanta) han logrado descodificar la secuencia del genoma de la fresa”.

Dias antes se daba a conocer el descubrimiento de Felisa Wolfe-Simon, que ha cambiado otro de los fundamentos de la ciencia: el arsénico, considerado hasta ahora únicamente como un veneno mortal, crea vida. [Esta científica ha codificado divertidamente el nombre del microbio con las iniciales GFAJ, que significan en inglés “dar un trabajo a Felisa” (Give Felisa a Job), en recuerdo de las penurias que pasó esta científica para encontrar empleo].

Sin embargo, el dato más definitivo de lo que ha significado el cambio del futuro es la propia dimensión del ser humano. Ha descubierto que somos información, y que eso significa estar en la dimensión de lo intangible y lo global. En la nada intangible y en el todo físico al mismo tiempo. Son dos dimensiones que forman parte del nuevo todo humano y cotidiano. La información es una materia intangible, y la tecnología su materialización física en el nuevo medio de desarrollo del hombre. Todo lo demás es consecuencia.

El futuro ya ha cambiado. Irreversiblemente.


Un mes después se publicaba este artículo en el Financial Times: Como la crisis nos ha catapultado al futuro. Ver también Un nuevo sistema para gestionar la incertidumbre

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