Tu estilo de vida es tu yo

Blanca2No es casualidad que en la sociedad de la información los estilos de vida adquieran mayor relevancia e interés en la opinión pública. Con crisis o sin ella. Hay dos razones fundamentales para ello: el mayor conocimiento que da la información y la mayor conciencia de lo que puede ser uno mismo, y a su vez la capacidad que da la información para modelar nuestras vidas, utilizando la tecnología u otras vías.

Diarios internacionales como The Wall Street Journal y el Financial Times han hecho de sus secciones de estilo de vida, las más leídas y utilizadas por sus lectores y suscritores en sus ediciones de papel, vídeo, e Internet. Pero lo mismo se puede decir de millones de medios de comunicación a todas las escalas, desde los blogs personales a los negocios locales, municipios y marcas industriales, que han hecho de sus productos, ambientes, y filosofía, un estilo de vida.

El estilo de vida forma parte de tu yo, y al mismo tiempo tiene la exigencia de que te obliga a ser tu mismo. No cabe la impostura, no es una expresión superficial sino íntima y trascendente, porque supone interiorizar las cosas en las que crees, piensas, y sientes preferencia por ellas.
Al poco de llegar a Londres para trabajar de corresponsal en 1973 hice una entrevista a Mary Quant, que se había puesto de moda porque había implantado el estilo de la minifalda. Tuvimos el encuentro en sus oficinas de Chelsea, y recuerdo que me quiso hacer desde el principio una diferencia entre la moda y el estilo de vida. La moda puede ser algo superficial y -por su propia naturaleza- coyuntural, el estilo de vida no. Ella no era -no es- nada superficial y sus creaciones tampoco, porque respondían a una filosofía.

[Cuando ahora veo reportajes contando la historia de lo que ha representado Mary Quant en a forma de vestir femenina, no puedo dejar de contrastarlo con quienes para defender a la mujer como algo igual al hombre le devalúan en su feminidad. Somos iguales las personas como tales, no la naturaleza de los sexos]

El estilo de vida se refleja en todo. En tus hábitos, costumbres, amigos, ambientes, preferencias. Cuando se viaja en metro se desarrolla un ejercicio de mironeo. Todos se observan a todos, y por sus expresiones, formas de vestir, lectura, rasgos personales, y actitudes, cada uno imagina el estilo de vida del otro. Cuando se llega por primera vez a una ciudad no hay mas que viajar en su ferrocarril subterráneo y se descubrirá el grado de cosmopolitismo que se da en la metrópoli.

En su libro “Una historia íntima de la humanidad” (Minerva, 1994), su autor el filósofo e historiador inglés Theodore Zeldin, nos descubre muchas formas de estilo de vida que el ser humano ha hecho suyas para moldear lo mejor de nuestra civilización. La ciencia, nos relata Zeldin con muchos ejemplos y casos de sus investigaciones “es también el arte de dar sentido y belleza, lo que implica encontrar conexiones entre lo que no parece tenerlo, vinculando gentes, lugares, deseos y memorias, a través de detalles que han podido pasar inadvertidos” (pag. 17).

Una persona no es libre si no se siente libre, y el estilo de vida está en el fundamento de la libertad y el sentimiento personal. La mayor amenaza contra la libertad individual no es solo el totalitarismo en sus diversas formas, sino la impostura. Con frecuencia van unidos.

AS ©

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